CAPÍTULO 2

El Flechazo

Después de aquel encuentro pasaron algunos días donde deambulamos, mis amigos y yo, por los pubs de moda, así como por las dos o tres discotecas que en aquellos momentos estaban en auge. No voy a negar que siempre, en el fondo, llevaba en mente volver a ver a aquella morena tan guapa del pelo rizado.

Por fin una noche la vi en una de ellas, la verdad que no recuerdo como se llamaba el sitio, pero estaba atestado de gente,y ni corto ni perezoso me dirigí hacia ella.

-Hola me he fijado en ti y me gustaría hablar contigo, pero aquí hay mucho ruido, me voy a Los Bardinos que es un sitio más tranquilo, ¿me acompañas?- Le dije

-Yo estoy bien aquí, y además estoy con unas amigas-Me contestó

-Bueno pues hasta otro día-  y me fui

Ella comentaba siempre que se quedó cortada y que no esperaba esa contestación por mi parte.

Pero una hora más tarde estando en el ático del Hotel Los Bardinos, convertido en un pub con unas excelentes vistas de una parte de la ciudad y del puerto de La Luz, apareció junto a su corte de amigas, más tarde me confesó que había venido para verme.

Ya no hubo más cortes, ni más mal entendidos y tuvimos una conversación muy agradable, aunque no recuerdo de que hablamos, supongo que de las conversaciones típicas de un chico y una chica que empiezan a conocerse.

Al día siguiente era 25 de julio y fiesta, por lo que no teníamos prisa y nos dieron las tantas de la madrugada.

Me comento ya cuando se iba que al día siguiente había quedado a las diez de la mañana con sus amigas para ir a la playa de Maspalomas.

-te apuntas- me preguntó. 

Por supuesto le contesté, aunque teniendo en cuenta que eran las 5 o 6 de la mañana tuve mis dudas. Así quedamos.

Por descontado que a la mañana siguiente la resaca no me dejó salir de la cama para ir a la ducha hasta bien entrado el medio día. Arrepentido por mi torpeza y con el agua fría de la ducha cayendo sobre mi cabeza, pensaba torpemente que podía hacer para solucionar aquello e ir en su busca a la Playa de Maspalomas. Pero eso lo dejo para un tercer capítulo.