Marzo 2020

Un domingo por la tarde cualquiera, una hora que coincide con la caída del Sol. Los reflejos de la eternidad se ciernen sobre los que ya no están, pero un día, esos reflejos, fueron ardientes, tangibles, felices... 
La vida debe continuar con la tristeza como compañera de viaje...

 Me protejo de la vida detrás del sombrero, la barba y el fular, 
pero creo que no me va a servir de nada...


 He decidido actualizar la foto y dejar el sombrero, la barba y el fular. Fue una foto que tuve puesta durante un tiempo, cuándo mi vida todavía no había dado el giro radical, y me traía recuerdos que no eran cómodos


 Hay lugares a los que vuelvo, pero es como si no volviese. Lugares que una vez estuvimos juntos y que ya nunca más lo podremos hacer...

 No se debe volver al lugar donde se fue feliz, porque esa es la manera de comenzar a perderlo. Los lugares idealizados entre la rosada niebla de la imaginación, pueden resultar escabrosamente reales, y tan decepcionantes como para acabar de un plumazo con nuestro sueño

 Stiven siempre intentandome sacar una sonrisa...




Estoy viendo imágenes de Italia y parece una pesadilla, calles y monumentos vacíos. No quiero pensarlo mucho, pero creo que en unas semanas llegaremos a lo mismo. No lo siento por mí, lo siento por mi hija y mi familia, 
esta última vive en Madrid y estoy preocupado
 
 Esta crisis del coronavirus, ha venido en el peor momento para mi estado de ánimo, aunque suene egoísta. No quiero ni pensar que hubiese sido hace meses, cuando íbamos dos veces en semana al Hospital de Día a tratamiento, el nivel de stress por el contagio habría sido inaguantable. 
Un equipo que está jugando el partido más importante de su vida, entre vías que penetran en sus venas, bolsas que contienen quimio, 
y otras que contienen sangre pura de esperanza. 
No he podido volver al hospital, la herida está demasiado abierta y aún sangra, pero me gustaría darles fuerza en estos momentos de incertidumbre, a ellos y a sus acompañantes, padres, madres, hijos, maridos, esposas, porque éramos todos uno, y cuándo sufriamos alguna baja no preguntábamos por miedo a la respuesta. Ellos ya conocerán la baja de mi chica
 
 Ahora en las noticias no hace nada más que salir imágenes del hospital donde falleció ella, se me encoge el alma, pero al mismo tiempo no puedo dejar de mirarlas. Son las incongruencias del ser humano
 
 Una cuarentena en soledad, bueno solo con mi gato Stiven, es dura, muy dura. Mi único contacto con los humanos es a través de las vídeo llamadas, para por lo menos ver caras y hablar con mi familia y amigos. Ah se me olvidaba, también hablo con mi vecina Rosa de ventana a ventana
 
 Hoy, 19 de marzo, ha sido un día de esos, que si no hubiera existido, 
no habría pasado nada
 
La soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, y la pereza. Siete pecados que siguen tan vigentes como hace un siglo. Espero que después de esta experiencia algo cambie en el corazón de cada uno de nosotros. 
Estoy seguro!!!
 
 La melancolía de las tardes lluviosas, la angustia de una ausencia inmerecida. El aullido de Stiven pegado al cristal de la terraza
 
 Todavía no ha llegado lo peor. Aún faltan semanas y los días más duros. 
La maldita curva no se aplana. Sabéis lo que me diría ella: Para que te preocupas si no puedes hacer nada, por lo tanto espera a preocuparte si llega a pasarte, mientras tanto vive y disfruta del día a día.
 Tenía un sentido común y una forma de afrontar los problemas 
que era capaz de alegrarte siempre la vida
 
 No necesitaba una joya, ni un brillante, ni un modelo exclusivo para destacar... Era feliz con los pequeños detalles o simplemente comiendonos una pizza
 
 
 Hoy ha sido otro día lluvioso y desapacible, y dicen en las noticias que la semana entera va a ser así. Incluso van a bajar las temperaturas. Ni que decir tiene que no me gusta nada, me entristece y me baja el ánimo, además de no poder salir ni a la terraza. Seguiremos aguantando
 
 El sexo de después de los funerales, el sexo tras la muerte de tu pareja, el sexo que afirma que sigues vivo a pesar de los daños, el sexo intenso y soberbio del desagravio, que está destinado a borrar la sordidez del mundo y lo consigue. Ese deseo nunca más lo sentiré
 
 Mañana, 26 de marzo, se cumplen dos meses y no soy capaz 
de olvidar sus dos últimas horas de vida... 
Su mano desmanejada entre las mías. Su aliento tranquilo, más que en los últimos días. Los ojos cerrados y el semblante en paz iluminando su alma. Le hablé de nuestro amor mientras sus latidos se apagaban poco a poco Eran las 22,10 cuando se fundió con la eternidad el 26 de enero
 
 
 Ya pesa el aislamiento. La cabeza empieza a jugarte malas pasadas, como olvidar si es jueves o viernes, aunque no sea eso lo más importante. La soledad de una casa vacía, la lluvia que no da tregua. 
Los días y las noches interminables...
 
 No puedo evitar acostarme cada noche en su lado de la cama, ocupar el hueco que su cuerpo había dejado en el sofá, encontrar acogida en su pijama, en sus chaquetas buscando el abrazo fantasma... 
Hambriento por sentir de nuevo su cuerpo, su aliento, su calor
 
 


 
 
 




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