CAPÍTULO 12
El comienzo del destino de Veva…
A finales de ese año 1991, todo
nos iba muy bien, teníamos una pandilla de amigos excelente con los que
salíamos todos los fines de semana. Veva encontró un trabajo de media jornada
en una tienda de arte donde se sentía muy cómoda, además de vender sus propios
cuadros pintados de una forma muy original con motivos canarios. Yo viajaba
bastante a Madrid y Barcelona para gestionar y comprar las promociones que
entregaba el periódico.
En diciembre la madre de Veva
calló enferma y la diagnosticaron cáncer, mieloma múltiple. Qué casualidad del
destino, el mismo cáncer que años más tarde terminaría con la vida de Veva.
Lolita tuvo más suerte que Veva, le dieron dos años de vida y murió siete años
más tarde, pero eso ya lo abordaremos en su momento.
La enfermedad los primeros años
fue mucho más benigna con ella, de lo que lo fue con Veva, la permitía hacer
una vida normal con visitas muy espaciadas para revisión y un tratamiento a
base de pastillas.
En el año 1992 conocimos a una
pareja de amigos, Ángeles y Paco, con los que disfrutamos de todos los
conciertos que se celebraban en Las Palmas desde un lugar privilegiado, el
backstage. Esto era por los pases especiales que recibíamos debido a nuestros
trabajos. Además, Paco era el compositor de las letras, y el alma mater de un
grupo canario muy conocido. Durante un tiempo estuve viajando con ellos como road
manager, al margen de mi trabajo en el periódico.
Ángeles y Veva se llevaban de
maravilla, ellos tenían tres hijos, dos de ellos de la edad de nuestra hija,
por lo que junto al grupo de músicos, técnicos de sonido y luces, íbamos con
toda la prole de niños a conciertos como el Womad en Playa del Inglés en 1993.
En 1993 también falleció mi
padre de un cáncer de pulmón que le detectaron seis meses antes. Fue un buen
hombre con el que no tuve mucha relación en los últimos años de su vida por la
distancia física que nos separaba. Mis padres vivían en Madrid.
En 1994 abandoné el periódico y
me monté por mi cuenta una agencia de promociones, diseño y creatividad
publicitaria. Aunque en nuestra cabeza, la de Veva y la mía, había una idea y
era montar un negocio donde pudiéramos trabajar los dos juntos cada uno
aportando lo que sabía hacer. Veva era excelente en su trato y relación con los
clientes, dotada además de un gusto y una elegancia innata.
En 1995 decidimos viajar a
Venezuela para ver la situación en ese país animados por la prima de Veva, que
era como su hermana, además de la madrina de Tania. El, su marido, una
excelente persona de origen italiano, tenía un sin fin de negocios, desde
gasolineras, a una cadena de ferreterías, la representación de Toyota, talleres
de neumáticos, etc.
Ellas se querían muchísimo y
éramos el último intento, si nos instalábamos allí, para que ella no abandonará
todo y se volviera para España, con su marido y sus hijos al ser posible, pero
si no ella sola y los niños.
Pero ese viaje que es como una
aventura de película lo dejaremos para el siguiente capítulo…
Muy bonitos, tuvisteis una vida de quasi alto standing para aquellos años.
ResponderEliminarBonita trayectoria...
ResponderEliminarQué bien que nos compartas unas horas de tu historia tan tan linda,saludos
ResponderEliminarEnganchada con tu historia, me encanta!
ResponderEliminar😘🤗
Me encanta "la prole" de niños, esta frase es común en mi pueblo.
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